domingo, 19 de octubre de 2008

personajes mínimos, urbanos y cotidianos

De su mundo de humedades y puertas hinchadas sale todas las noches, directo hacia un lugar a donde el flash y las luces de colores hacen hermosas a muchas personas bastante horribles.
Ella sale, sabiendo que no va a encajar. Sale sabiendo que no será más que la chica que esta allí, formando parte del paisaje nebuloso que todos vemos pero que no distinguimos.
Y no es fácil ser la chica sobre la pared, tan igual a los demas, pero jamas la misma. No hay lugar para el extasis y el baile desenfrenado en su noche. Podría decir que ella solo está trabajando, pero hasta la gente que trabaja se divierte. Solo ella esta sola, contra la pared, saludando si la saludan, agachando la cabeza si no. Repartiendo rollitos de papel higenico a quien deje una moneda y ocultando las lágrimas, porque ella solo es parte del paisaje: y el paisaje no debe llorar.
Como ignorar un lugar tan injusto en el mundo? Como no pensar en sus problemas y disimularlo para no interrumpir en la fiesta ajena. En la fiesta que siempre es ajena.
Ella solo esta allí para limpiar el piso, y eso, en algún punto le toca una fibra sensible. Quisiera no estar ahí, pero no le queda más remedio.

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