viernes, 7 de noviembre de 2008

Odio a los call centers

Alguien podrá pensar que es una ironia, ya que trabajo en uno desde hace casi 3 años.
Otros simplemente asumen que cuando yo llamo a alguna empresa lo hago más calmada "porque se como es".
Y yo contesto no. "No, porque se lo que es, es que justamente no puedo llamar calmada". Y no es que sea la típica loca sacada que entra gritando, pero simplemente hago, o intento, hacer valer mis derechos. Pero claro, derechos es lo que no tenemos los consumidores en este país.
Partamos de una base fundamental: yo trabajo para un call center en Canadá y Estados Unidos, allí si valen los derechos de las personas.

Si alguien llama y pide por un supervisor, tenga razón o no, el cliente habla con un supervisor.
En Argentina para acceder a un supervisor tenes que encadenarte en frente de la oficina central de la empresa y conseguir que Telefé, Canal 13 y América te cubra la noticia.

Si un cliente de otro país tiene una mala experiencia se lleva una bonificación en serio. Yo he llegado a mandar tarjetas de memoria de 50 dolares porque un paquete se atrasó una semana (culpa del correo, no de la empresa).

Acá, en cambio, te basurean, te dicen que no pueden hacer nada y a lo sumo, si gritaste mucho y encima calló una camara de TN te bonifican un par de pesos a ser descontados de las facturas en el próximo año bisiesto.

Somos tercermundistas hasta a la hora de comprar. Las empresas pueden hacer lo que quieran, vos en cambio te la mamas y pagas a tiempo, no sea cosa que encima te pongan en la lista de morosos y te caguen las finanzas para toda la vida.

No hay comentarios: